¿Necesitaba esto en mi estudio? No.
¿Lo he comprado igualmente? Sí.
¿Funciona? Sí.
¿Caben vasos y tazas de tamaños variados? Totalmente.
¿Puedo poner encima una litrona? Casi, pero no.
¿La gente que viene al estudio sigue poniendo las bebidas donde le da la gana, a riesgo que cargarse el material? Sí, pero menos.
¿Pienso que he gastado el dinero? Pues no, la verdad.