Te permite gestionar la dinámica en un rango más amplio, desde barridos suaves, tipo escobillas de Jazz hasta repiqueteos flamencos muy fuertes, cubriendo graves y agudos intensos que de hecho suenan más "limpios", ya que elimina el "clap" de la palmada en la tapa.
Hasta el cutri-cajón básico Milenium, de 44¤ suena decente. Ya en buenos cajones es una pasada. Puede parecer un poco caro para un conjunto de varillas de plástico, pero vale la pena.
Las varillas, con el uso, se van desgastando y les salen pequeños pelillos. Nada dramático en el aspecto sonoro, ya que no pasa del ámbito estético.
Por último, quería compartir la razón de la compra: Después de una sesión intensa de cajón acababa siempre con las manos doloridas e hinchadas (y dado que me alterno con la guitarra era poco recomendable). ¡Adiós hinchazones y rojeces con las escobillas!